martes, 16 de marzo de 2010

Venezuela: El absurdo juridico valido para el más poderoso

Con Hugo Chávez se ha evidenciado un fortalecimiento del aparato estatal en detrimento de la privatización constante, frenando un poco una vertiente neoliberal imperante en la zona y prometiendo una sociedad más igualitaria y justa para los sectores históricamente más marginados de la sociedad venezolana.

Sin embargo a medida que se establecía la transformación, con un horizonte utópico, el pueblo venezolano se esperanzaba de ver materializado el verdadero sentir popular rápidamente viró a un nuevo circulo conservador de un nuevo paradigma social.

Es así como precisamente el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información venezolano ha entablado una lucha en los últimos años contra ciertos medios de comunicación como Globovisión y RCTV, abiertamente disidentes del gobierno.

RCTV ha sido cerrado tres veces en dos años debido a numerosas jugadas judiciales especialmente del delegado de CONATEL: Diosdado Cabello. Este señor ha emprendido una curiosa empresa de clausura masiva de cadenas radiales y televisivas.

Un ejemplo claro de cómo el derecho venezolano actual es una herramienta preservadora del status quo es la Norma Técnica sobre los Servicios de Producción Nacional Audiovisual que el congreso expidió en Diciembre de 2009.

Que aunque posee objetivos claros interesantes: aumentar la calidad y cantidad de programas educativos –prohibiendo la emisión de novelas– configura una realidad de mercados que es virtualmente imposible que subsista sin un subsidio, en detrimento de la libre empresa de las televisivas que conlleva a una tendencia a monopolizar la emisión a favor del sector público.

En una última jugada el gobierno amplió el rango de medios nacionales para poder regular mucho más cerca a los empresarios de los medios de comunicación. Este constreñimiento se ha hecho evidente con RCTV, que tras haber sido una cadena nacional y haber sido cerrada por CONATEL intentó reanudar sus operaciones bajo pretensiones de ser cadena internacional.

CONATEL en su comunicado le niega el aval a RCTV por considerarla como una cadena nacional, pese a que su contenido solamente es el 28% venezolano, y por tanto dictamina en el resuelve la entidad pública indica “La decisión de CONATEL se produce en vista de la presentación extemporánea de la solicitud de inscripción en el Registro de Prestadores de Servicios de Producción Nacional Audiovisual formulada por RCTV” por pasarse 5 días de lo establecido para los canales nacionales. (¿Pero un momentico cuando RCTV Internacional era un canal nacional?)

Esta formalidad es una medida clara para truncar la fundación (por tercera vez) de este canal. Como lo expresa en su comunicado RCTV las verdaderas intenciones del Ministerio son crear una clara hegemonía estatal en los medios de comunicación, limitando así el derecho a la libre expresión y al disentir.

Aquí se destaca el factor imparcial de un derecho que es urdido como una herramienta para perseguir la disidencia y desestabilizar los contrapesos de una democracia, como lo es el denominado “cuarto poder” de los medios de comunicación.

Este es un claro ejemplo de cómo bajo un régimen con pretensiones totalitarias se puede disfrazar bajo los formalismos más absurdos, jurídicamente válidos, artimañas que busquen desbalancear instrumentalmente aquellos el campo democrático a favor del detentor de poder (Demandante frecuente) en detrimento de las posibilidades de aquellos que no cuentan con suficientes capitales sociales en este caso RCTV.

Por tanto en un estado proto-totalitario como el venezolano el derecho cumple un papel tanto simbólico, al dar entender que el gobierno hace cumplir las normas unívocamente sin miedo a ninguna fuerza económica, pero también fuertemente instrumental al relegar del juego político y mediático a una fracción importante de la población.

Felipe Montoya Rodríguez, (para mayor información remítase directamente a los enlaces disponibles subrayados)

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